Esos días Nadezhda tenía mezcla de sentimientos, por un lado, prefería que Bastián sea asesinado en batalla y así no ser ella quien lo mate pero por otro estaba desesperada por escuchar noticias de él.
Un contacto llegó a su puerta, Nadezhda había interceptado unas cartas que le habían mandado a Bastián y tenía nueva información para el buró. Las había abierto quemando los sellos de resina, revisó el contenido, copió la información y volvió a sellar las cartas de la misma manera.
-Hay que entregarlas al buró - ordenó entregando las copias al contacto.
-Está bien, las entregaré.
-¿Qué noticias hay del campo? - preguntó intentando demostrar indiferencia.
-Los nuestros están ganando, gracias a tu información, ahora sí quieres preguntar del alemán... él está bien.
-No pregunté por él...- respondió rápidamente.
-Sí, seguro - exclamó burlón.
-Entrega esas cartas...- exclamó fastidiada.
-Adiós.
El contacto salió de la casa,