Capítulo 38.
-Compañera. - Dijo una voz en la oscuridad. - ¿Estás bien?
-¿Me hablas a mí? - Pregunté deteniendo el movimiento que había estado haciendo durante el último minuto.
-... si.
-Oh, bueno si, estoy bien.
-Entonces, ¿Qué haces?- Preguntó con curiosidad.
-Tengo comezón. ¿Algunas vez has intentado rascar tu espalda con manos y piernas atadas?
-No.
Yo suspiré. La pared de nuestra celda compartida era de una superficie lisa, no estaba logrando nada de todas formas, así que me detuve.
Había abierto los ojos más temprano cuando nos arrojaron a esa celda. Era un lugar bastante iluminado, de hecho parecía ser una especie de bodega trasera con varias luces artificiales para iluminarla.
No era muy grande. Solo habían algunas cajas en un rincón y el espacio suficiente para albergar quizá unos cinco prisioneros aquí dentro.
-No te preocupes, te sacaré de aquí. - Dijo con solemnidad.
-Gracias. - Dije imitando su tono solemne pero sin creerle nada. - Ahora, ¿Crees que podrías decirme qué es lo que e