 Mundo de ficçãoIniciar sessão
Mundo de ficçãoIniciar sessãoMaurice hizo una fuerte inspiración. Todo su cuerpo estaba en tensión desde que comprendió que su mujer había sido raptada, sus puños se apretaban con fervientes deseos de romper cosas, o golpear suegros.
—Intenta calmarte –le dijo Daniel poniéndole una mano en el hombro—. Es difícil, lo sé. Me pongo en tu lugar y sé que es difícil… pero debes mantener la cabeza fría hoy más que nunca—. Maurice asintió sin mirar a su primo, y Daniel dejó salir el aire sin agregar nada más.
Se habían metido con lo más sagrado para él, con lo más hermoso y valioso que tenía en su vida. El sólo pensar que Abigail debía estar sintiendo miedo, o que Samuel tal vez estaba llorando asustado, le hacía enervarse de una manera peligrosa. Pero Daniel tenía razón, debía mantener la cabeza









