Ethan lo siguió sigilosamente, al menos eso pensó, mientras tanto Ángel conducía y trataba de dar las vueltas que más fuese posible, Angel vio un centro comercial en el cual se estacionó y bajo del auto, se colocó sus gafas de sol, y siguió su camino.
Ethan lo seguía desde lejos sacaba su cámara y tomaba dos o tres fotos, sus manos ya empezaban a sudar, era obvio que estaba más que nervioso, agachó su mirada y en cuestión de segundos había perdido de vista a Angel.
—¡Maldición! —hablo en voz alta, ocasionando que la gente girara a ver.
Puso sus manos en sus bolsillos y caminó de lado a lado, no era posible ser tan estupido y perderlo de vista, así que prefirió volver a dónde Ángel había dejado su auto estacionado, de seguro y ahí podría esperarlo y seguirlo nuevamente.
Los pasos de Ethan se hicieron más largos, cargados de impaciencia quería destruir a Ángel, pero para ello tendría que tener las pruebas suficientes, aunque por otro lado ya tenía a Angel besándose con otra mujer.
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