*—Samuel:

Era tan hermosa.

Una sonrisa surcó en sus labios al ver el bello rostro de su chica la cual estaba dormitando plácidamente bajo las pálidas sabanas a la luz de la mañana de aquel hermoso día.

Samuel sonrió estúpidamente y se dijo que era un tonto por Sapphire. La verdad es que se volvía así cuando estaba a su lado. Extendió una mano hacia el rostro adormecido de Sapphire y lentamente con mucho cuidado, tocó sus mejillas aun ruborizadas por la actividad nocturna. Había tomado a Sapphire tan dulcemente y ella había respondido de la misma forma. Ella era tan tierna y dulce, tan sencilla. Se odió por haberla dejado en el pasado, por haberla lastimado sin necesidad, solo porque era un imbécil que no pudo dar la cara y ser el tipo duro que siempre decía que era.

La vista de Samuel se dirigió hacia