- Lo sé... Pero me lo dijo Daniel y no Jonathan.
- Helena... Fue horrible.
- Le di la dirección. Lamento no haberte advertido antes. Debería haber llamado, Ari.
- Sí, debería... Pero no fue tu culpa.
- Me siento tan culpable. He llorado por eso.
- Helena... No me lo creo. No quiero que te sientas mal por mi culpa.
- Todo lo que quería era que ustedes dos se establecieran de una vez por todas. Y al final terminé tratando de ayudar y arruiné todo.
- Pero... ¿Me pidió mi dirección?
- Sí... Vino con una chica. Joven, guapa... Pero dice que es un amigo. Tan pronto como llegó, preguntó por ti. Yo... pensé que lo estaba haciendo bien cuando diste tu dirección. Y no lo pensó dos veces... Y fue hacia ti.
- Y... ¿El amigo?
- Creo que realmente son amigos. Ella se quedó aquí, esperando. Si ella sabe que te persiguió, no lo sé. De hecho, ni siquiera sé quién lo sabe.
- ¿Y qué dijo cuando volvió?
- ¿Quién te encontró besando a otro hombre?
- Y... Era verdad. Estaba besando a Luciano, Helena. ¿Pued