[DANNA]
No perdí el tiempo en mi estadía en el hospital. Cuando nadie me mira, me dedico a cuidar a Axel, pese a que Sam, cuando se dio cuenta de mi accidente, se negó rotundamente. Pero, ya que siempre he tenido un serio problema en obedecer a los demás, justo ahora estoy aquí, con él.
Ezra cumplió su parte del trato. Había implementado la seguridad en el cuarto de Axel: cámaras, micrófonos y personal que pasaba desapercibido por los pasillos, pero que podía reconocer a la perfección por las insignias características en sus brazos.
En un inicio me asusté, creí que se trataba de alguna secta, hasta que, una vez, hace mucho tiempo, Ángel me explicó su forma de trabajar... digna de una película, he de aceptar.
Tenía a mi lado el coso en el que llevaba el suero, el que se había convertido en mi fiel acompañante. Ya ni siquiera necesitaba que Daniel me ayudara a cambiar la bolsa de suero, a cerrar la llave o viceversa. De tantas veces que me cambió la manguera, ya había aprendido a hacerl