Fabrizio
—¿Te encuentras bien, Fabrizio?—
—Sí, Su Majestad —le digo, tocándome el cuello. Lo que esa bestia me habia hecho, me había dejado secuelas que esperaba se curaran pronto, y rezaba porque esos seres dejaran de existir.
—Sé que has hecho mucho y no siempre te lo digo... gracias por estar aq