—¿De v-verdad?—
—Así es... pronto estará listo— dice él y yo sonrío.
—G-gracias... de verdad—
Y esas simples palabras parecen hacerlo muy feliz. A la tarde fui al médico y me enviaron varias vitaminas y una dieta que Xavier se empeñó en que comenzara ahora mismo, la que incluía mucha más comida