Todos sabemos que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Eso le paso a nuestra protagonista en este capítulo.
-Creo que hoy es un día maravillo -dijo Kiya a su amiga.
-Sería mejor si dejaras de tomar, al paso que vas tendré que llevarte cargada o arrastrando a tú cuarto -respondió Melody.
-Que agua fiesta me saliste amiga, estamos en casa, nada malo puede pasar -dijo Kiya.
-No lo digo por eso, sino porque desde que llegaste a la alberca, solo tienes ojos para él -dijo Melody mientras señalaba a Daniel, que estaba a unos cuantos metros con sus amigos jugando cartas.
-Creo que te hace falta visitar a un oculista más seguido, mis ojitos no han estado en él -dijo Kiya, tratando de mirar a otro lado, pero las copas que traía demás era imposible ocultar lo que estaba pasando.
-Si tú lo dices, voy hacer como que te creo -dijo Melody. –Pero después no quiero escucharte llorando o con tus largos argumentos, ya me los he todos de mem