Parte 3...
Dominique escuchó un ruido cercano y abrió un ojo. Todavía estaba encendida la luz de la habitación y seguía en la misma posición, con la misma ropa.
Se frotó los ojos y estiró la mano para coger el celular que estaba tirado cerca de la almohada. Era Nicolás.
— Hola... - contestó con voz somnolienta.
— Diogo me envió un mensaje, dijo que te quedaste en casa. No pude dormir, quería hablar contigo.
Ella sonrió ligeramente y se frotó los ojos.
— Y entonces, ¿me despiertas también?
— Lo siento, estoy ansioso.
— ¿Y eso qué tiene que ver conmigo? - bostezó.
— Eres la culpable de mi ansiedad.
— ¿Yo? - se apoyó en el codo.
— Claro. Eres mi esposa, estás en mi casa y por lo que supe, cenaste con mi amigo. ¿Qué significa esto? ¿Estás planeando dominar mi vida?
Ella comenzó a reír y se sentó en la cama.
— Solo era responsable de conseguir una candidata para ti, pero terminaste tentándome.
— Hum... ¿Así que intento tentarte? - bromeó.
— Sí, con la propuesta que hiciste.