4. Convicción
Jeremiah la miró con una sonrisa irónica y le ofreció un trago de whisky.
Chiara lo rechazó y fue directo al grano.
—Necesito información sobre Enzo Lombardo Jr y Julia… Cómo asegurarme que ambos puedan escapar de las garras de la mafia Lombardo y las bandas rebeldes jefas del padre de Julia—dijo Chiara, sin rodeos.
Jeremiah Ricci la miró con desprecio y se burló de ella.
—¿Y por qué debería ayudarte? ¿Qué tienes para ofrecerme a cambio? —preguntó, mientras se servía otro trago de whisky.
Chiara se mantuvo firme y le respondió sin titubear:
—No tengo nada que ofrecerte, pero si no me ayudas, no solo estarás poniendo en peligro la vida de Enzo y Julia, sino también la de mi gente, la de todo el barrio. Sabes tan bien como yo que si algo les sucede, la policía no tardará en intervenir y tu familia perderá el poco control sobre el territorio.
Jeremiah Ricci se levantó de su silla y se acercó a ella con un gesto amenazador.
—No me amenaces, niña. No sabes con quién te estás metiendo —dij