En la oficina gubernamental de Kingston, el teléfono sonó bruscamente, cortando el silencio pesado.
Jasmine levantó el auricular sin romper su paso. —Jasmine aquí.
—¡Jasmine, tenemos una situación! —La voz de Kelly estalló, urgente y tensa.
Se detuvo, su ceño frunciéndose. —¿Qué ha pasado?
—¡Álex ha sido arrestado por el ejército de Chicago! —Kelly rápidamente relató los detalles, su voz cortante y precisa.
Mientras Jasmine escuchaba, su expresión se oscureció, ojos entrecerrándose con cada palabra.
—¿Usar el ejército de Chicago para arrebatárselo? Quienquiera que orquestó esto tiene conexiones serias.
—Jasmine, apuesto que es uno de los Patrones de Chicago flexionando su músculo—probablemente la familia Jones —gruñó Kelly.
—Ayer Álex destrozó la propiedad de los Jones, lisiando al hijo de Tom, todo para protegerte. No dejarán que eso pase.
—Definitivamente huele a trabajo de los Jones —dijo Jasmine sombríamente.
—Pero Tom solo no podría convocar poder militar. Otro Señor debe estar re