No tenías que haber hecho eso Sheyla, es tu hermana después de todo, ella solo es ingenua y Alberto sabe engatusarla muy bien, es un estratega nato para chicas inocentes yu manipulables como tu hermana Eliana

—¿La estás defendiendo? ¿Aún te gusta? ¿Sigues enamorado de ella?

—No soy iluso, hasta cuando salí con ella esperaba el momento en que saliera a relucir el porqué se acercó a mí, no creo merecer que nadie se enamore de mí. Deje sus conclusiones y escuche bien Sheyla, no la estoy defendiendo, solo pienso que los hermanos no deben pelearse, ustedes deberían llevarse bien, usted es su ídolo no debería defraudarla.

—¿Cómo sabes que soy su ídolo? Alguna vez hablaron de mí.

—Lo vi en su mirada cuando usted iba al instituto, ella trataba de verse lo mejor posible y de alejarse de todos, y no, nunca hablamos de usted él no menciono nada de su familia, casi no hablamos en sí, rara eran esas ocasiones, nada más me ayudaba a curar mis heridas y se iba.

—¿Heridas?

—Si, heridas, antes en la