El amanecer llego y por el enfado de mi bello esposo mi espalda pedía clemencia, es muy joen y su resistencia me lleva demasiada ventaja, ademas no fue nada delicado, se que los celos lo invadieron, no podía decir nada, solo esperar a que terminara de desahogarse y ponerlo celoso despues, cuando mi cintura deje de doler, pero era lo mejor para que ese estúpido de Nelson deje de molestar.
Me levante y estire como pude, encontrando a mi principe dormir profundamente eso me dio ternura, el dolor me hizo reaccionar y entrar al baño con una tina con agua caliente seria de ayuda, mi espalda lo agradecería, menos mal es muy timido mi pequeño o no me imagino como seria
La escuche entrar al baño y me reí, observe en silencio como se masajeaba la espalda, tal vez hacerla pedir clemencia no fue una buena, idea pero se lo merecia, por pedirme que la ayude con su ex, era el colmo, pero siempre estare ahi para ella
Sin hacer ruido me levante entre en la cocina y empecé a preparar el desayuno esta ve