Briana se sentía confusa. Al día siguiente, Eduardo se había llevado a sus dos hijos, y ahora se encontraba sola en casa. Limpió y acomodó las camas, e incluso limpió el baño, ya que era domingo y la empleada no venía en ese día. Después de terminar todas las tareas, se sentó en el sofá sin saber muy bien qué hacer.
"Tengo que volver a estudiar o hacer algo", comentó Briana, suspirando mientras pensaba en qué hacer.
Se sentía sola, y ese sentimiento la invadía fácilmente. No sabía qué hacer y, además, todo le recordaba a Eduardo. Claro que ella lo extrañaba, y ahora esta separación la mantenía bastante confusa. Miró a su alrededor y se puso de pie. Estaba sola y tenía muchas cosas que hacer.
De repente, recibió una llamada de alguien.
"Hola Bri