Puedo notar los cuchillos ardiendo desde aquí, si las miradas matarán Myles estaría muerto desde hace un rato largo, yo sigo con mi mano en el billete enrollado mirando la pequeña bandeja como una idiota
—Acabamos de llegar a la casa, James. —dice Myles con bufido limpiándose su nariz
—Jericho, nos vamos. —su voz dura y persistente
—Pero... yo todavía no he terminado de nada. —digo anonadada
—¿No has terminado de meterte Farlopa? Que pena, vamos.
Todavía no me ha mirado desde que ha visto a Myles y las bandejas.
Toda su apariencia se ha vuelto oscura, estaba siendo borde sin ningún motivo aparente, ¿que le importaba que estuviera yo aquí haciendo lo que estuviera a punto de hacer?
—Bueno, relájate tío, nos vamos a otro lado nosotros dos y ya está.
—Dijiste que no solías hacer eso. —Dice señalando a la pequeña mesa
Sus
muchas gracias por leerme!