Luego de conversar con Salvatore, la tensión había disminuido por completo, los días eran “más tranquilos” y Tony se sentía contento porque su familia estaba a salvo, Alex estaba mejorando de manera considerable, sin aun perderlo de vista, ya que el cuidado era extenso y meticuloso por parte de sus especialistas, Rosseti y Bonelli se sentían a gusto con su relación, porque podían disfrutar del beneficio de las salidas y el desplace por Catania, sus citas podrían realizarse al aire libre sin mortificación alguna, su confianza había sido restaurada y Abi se encontraba más feliz que nunca, luego del tratado que creo Tony con Salvatore con su enemigo.
Una tarde, como cualquier otra, Tony se encontraba paseando por Italia, y decidieron ir a Venecia en el jet privado, junto a Abi.
—Qué magnífico es todo esto, ¿No crees? —Pregunta Abi.
—¿Qué cosa, hermosa? —Tony responde con interrogante.
—Quien iba a pensar que esto terminaría de una vez por todas, arreglas