— ¿Qué sucedió allí atrás? — Pregunta Abi.
—No lo sé, el señor actuó de manera respetuosa, pero como no te observo despierta, se imaginó que te estaba secuestrando —Se ríe — Maldito viejo estúpido.
— ¡Oye! —Abi golpea su brazo —Un poco más de respeto, me parece algo muy tierno de alguien tan mayor —Observa por su ventana —Al menos el sí se preocupó por mí.
— ¿Qué? ¿Qué insinúas?— Giancarlo la mira juzgandola — ¿Por qué dices eso?
—No lo sé, será porque vamos a mitad de la noche a toda velocidad, muertos de sueño, ¿y sin saber a dónde carajos vamos a llegar? ¿Será por eso que lo digo?
— ¡Oh vamos Rosseti! No me vengas con tonterías, solo trato de mantenerte a salvo, ¿de acuerdo?
—Si claro, exponiéndome en la oscuridad.
—Giancarlo se queda mirando a la carretera en un silencio muy incómodo, luego de lo que Abi reclama — Está bien, ¿sabes qué? Si, si tienes razón, soy una persona inconsciente, soy tan inconsciente, que te he entrenado durante todos estos meses, para que te mantengas en f