Dios... Dios...¿Qué hago?¿Qué hago?
¿Me dejo llevar?¿Me acuesto con él? ¿Aquí y ahora?
No soy virgen. Bueno... Me entregué a Ray en las últimas vacaciones que pasamos juntos antes...antes de que desapareciera.
Pero fue solo una vez. Y me dolió porque era la primera vez para los dos y él no sabía cómo hacer para que a mí no me doliera tanto.
Luego de eso nunca más nadie me volvió a tocar.
Nunca más me sentí excitada o con deseos. Pero él ahora aquí, en la oscuridad. Sintiendo su erección entre mis piernas me hacía sentir...¿Deseo?
Puede ser. Pero no. No me puedo entregar a él aquí. Si me voy a acostar con Zain debe ser en la hermandad. Porque de esa forma podré entrar una vez más a su guarida.
Sonrío un poco. Miro sus