Lunes por fin ha llegado, un día que muchos odian y que pocos aman
En este caso Stephen Reich está en la segunda opción
Sentando en medio del pequeño parque antes de cruzar a la universidad, esperando por el omega rebelde, o mejor dicho su omega
Siente como unos brazos le rodean, sorprendido voltea encontrándose con la omega pelirroja de su salón
—Buenos días, Stephenie ¿esperabas por mí? —pregunta sonriente y juega con su cabello rojizo
—ehm no, espero por Aurel—si, muchas veces Stephen era demasiado sincero, y muy seco con personas que ni le interesan, en este caso no le interesa la omega
—oh... ¿Ese omega de cabello marrón? —el alfa asiente — ¿Que le has visto? Ese a cada rato anda quejándose de ustedes, además que es feo
Stephen solo rueda los ojos, ser amable no estaba en sus planes ese día, solo quiere ver a su omega
—Aurel es el omega más hermoso que puede existir en el universo —contradijo a la pelirroja
—Ay Stephen, cuando te des cuenta que hay personas mejores que ese, yo es