Las dos meseras al escuchar las últimas palabras de Edward, nuevamente se quedaron en silencio, mirando a los dos de forma alternativa.
—Ya veo…. lamento… interrumpirlos —pareciéndose darse cuenta de algo, una de las meseras se despidió y empezó a irse del lugar.
—Que disfruten su cita —dijo la otra mesera antes de seguir a su compañera.
— ¡Esperen! ¡No es lo que piensan! ¡No estamos juntos! —grito Jacob nerviosamente.
—Pero… cariño… ¿Acaso te avergüenzas de mí? —pregunto Edward a Jacob.
— ¡Tú! —fue la palabra que dijo Jacob