Dentro de su cuarto, el hombre borracho se da cuenta de lo que acaba de hacer.
— Qué demonios, besé a Aurora, no puedo creer que hice eso. Pero ella también se acercó a hablar y todo estaba oscuro, pensé por un momento que era ella.
Maldita Liana, que aún dominaba sus pensamientos, por más que le