Capítulo 385
El sol ya se ponía y la oscuridad comenzaba a envolver el campo. Montado en el caballo, Henri sentía cada músculo dolorido, expuesto al frío de la noche y a la piel arañada por el contacto directo con el animal, sin silla. Desesperado, recorrió el camino que atravesaba el cañaveral, sin rumbo, rogan