Catarina respiró hondo, intentando controlar los nervios, y se levantó. Con un gesto vacilante, extendió la mano hacia él, consciente de que necesitaba demostrar gratitud por la oportunidad.
— Muchas gracias, señor… — dijo, con la voz levemente temblorosa. — Prometo que me esforzaré para no decepcio