Viendo que su hermana no salía del coche, Elisa se acercó a la puerta para abrirla, pero notó que estaba cerrada con llave.
— ¿Qué pasa? ¿No vas a bajar del coche? — preguntó riendo, intentando aliviar el ambiente, pero al encontrarse con la mirada desesperada de su hermana, la diversión desapareció