Era extraño para Eloá darse cuenta de cómo el simple toque de la mano de Gael ya despertaba en ella un escalofrío que recorría todo su cuerpo. ¿Cómo podía decir esas cosas, y más aún viendo el estado en el que ella se encontraba?
— Gael, por favor… — pidió, con los ojos llenos de lágrimas.
— Ya te l