La mujer se sorprendió con las palabras del joven, dándose cuenta de lo maduro que era.
— Veo que fuiste muy bien educado por tus padres. Me alegra mucho saber que tengo un sobrino, y que es un hombre muy inteligente, íntegro y, además, muy guapo.
— Gracias por contarme un poco sobre Liana. Yo querí