— Claro, ¿con quién más él se quedaría?Ese grosero sin alma no perdía la oportunidad de soltar una indirecta.— Solo lo dije por si llegara a extrañar a su hijo —respondí. Puedo perder el empleo, pero no pierdo la indirecta.— ¿Ya llamaste a Joaquín? — Oliver preguntó.— ¿Para qué?— Para que te l
Célia Oliveira
¿Están listas para conocer la historia de la madre de Noah? Si les está gustando la historia, por favor dejen su evaluación, ¡es muy importante para el crecimiento del libro! ¡Gracias!