42. Trampa
—¿Qué significa todo esto? ¿¡Qué significa?! —es Valentino quien grita azotado por el desconcierto.
Incluso Ginette rebosa esa expresión de incredulidad cuando observa a Aurora, sin poder creerlo.
—¿De qué estás hablando? —Elena da un paso hacia adelante—, ¿Te atreves a acusarme de algo tan serio como eso? ¿Cómo que…? —los ojos de Elena se abren—, ¿Cómo qué asesinato…?
La palabra la llena de escalofríos, y sólo basta la imagen del recuerdo del accidente para que su corazón se quiebra en dos. El dolor de la herida fresca en su vientre surge como una grieta a punto de romperse.
—¿¡De qué estás hablando?! —exclama Elena, perdiendo el juicio—, ¿¡Cómo te atreves a acusarme de algo así?!
—La orden de captura, ¿Dónde está, señora Aurora? —el abogado Orlando no se hace esperar—, la señora Elena es mi cliente y ella no se moverá de aquí sino tiene orden de captura.
—La hay —Aurora responde. Está fija en Elena, como si quisiera hacerle entender qué para ella, jamás será bienven