105. Nuestra princesa
—¿Dónde está mi esposa? —Gianluca cierra la puerta de su auto. Es a Flavio a quien le pregunta, frente a la casa nueva. Su mirada se eleva hacia la mansión, pero no hay rastro de su esposa. Un tanto malhumorado, se gira hacia Flavio.
—Ha salido con la señorita Gaby y la pequeña, señor. Acaban de informarme —Flavio responde, haciéndose paso para que Gianluca pueda pasar a la casa. Como Gianluca no se mueve, Flavio se gira—, ¿Señor?
Gianluca decide tomar su teléfono, marcar y esperar los tonos seguidos. Elena no contesta.
—¿A qué lugar han ido? —Gianluca pregunta a Doris, quien con las manos entrelazadas está en la puerta de la casa.
—Escuché que la señora pidió ser llevada a la casa de sus padres, señor Mancini —Doris se inclina, respondiendo cordialmente.
—¿Tiene sus escoltas?
—Claro, señor —Doris responde.
Gianluca se queda un momento pensativo. Se guarda el teléfono y vuelve a abrir la puerta de su auto. A Flavio le ordena quedarse mientras se espera el avance del caso