Su pierna palpitaba de dolor mientras intentaba levantarse de la cama en la oscuridad. Justo cuando llegó al borde. Su mano rodeó su tobillo y tiró de ella hacia abajo.
—¡NO! —ella gritó a todo pulmón solo para que él le cerrara la boca mientras se cernía sobre ella.
—¡Cállate la boca y dame placer, puta! —el escupió y el corazón de ella se le subió a la boca por el miedo.
Ella comenzó a agitarse mientras él intentaba abrirle las piernas. Las lágrimas ardieron en el fondo de sus ojos. Sus dedos que se estaban curando comenzaron a palpitar mientras golpeaba su pecho. Él ni siquiera se movía y solo estaba concentrado en forzarle a abrir las piernas. Soltó su boca y trató de rasgarle el vestido.
Su cuerpo estaba en modo de lucha y huida mientras reaccionaba por sí solo. Ella lo golpeó donde el sol no brilla.
El gimió de dolor y ella lo empujó antes de caer de la cama. Se levantó con ayuda de la pared y salió tambaleándose de la habitación.
Cojeaba mucho y la herida volvió a sangrar. La s