Capítulo 26.
La puerta había quedado un poco abierta y en ese instante Randolf levanta sus ojos para observar que alguien más había llegado justo en ese instante.
— Yo no dije nada— declara Alena con la mirada completamente nula.— Aunque necesito saber si no puedes estar sin envolverte como serpiente con los brazos de MI MATE— declara Alena con la mirada asesina.
En ese instante, Isobel se queda impactada y corta el abrazo en el que había tenido envuelto a Alfa Randolf, comenzando a negar con la cabeza completamente impactada.
—No te hagas ideas extrañas Alena… yo solo— Dice Isobel al mismo tiempo que se limpia las lágrimas del rostro.
Alena se acerca a Alfa Randolf con paso decidido ignorando por completo las palabras de la rubia, incluso sin desconectar la mirada de ambos en ningún instante.
Ella extiende su mano y acaricia la mejilla de él, cálida, sedosa, morena y sensual.
Para después colocarla justo en la parte trasera de su cuello y bajarlo lo necesario para besarlo, tomando solo su labi