Pov Leina
El imponente castillo de Bastian se alza majestuoso sobre las tierras de los Lycan. Desde la distancia, se puede apreciar su belleza mucho más que la última vez que lo vi.
De pie, frente a la gran puerta con dos lobos levantados sobre sus patas traseras aullando a la luna, estoy yo, esperando a que salga mi pequeño por allí.
Deiros vino a recibirme y, como siempre, me pide que pase, pero prefiero esperar aquí sin apuro.
La sombra de los árboles y la brisa fresca hacen que la espera sea menos fastidiosa. Este lugar se siente completamente en paz; algo tira de mi pecho, diciendo que yo pertenezco aquí.
Escucho la gran puerta abrirse y maldigo para mis adentros al ver quién sale. Esconderse ahora ya no sirve porque ya me vio.
—Hoy es mi día de suerte; me he encontrado con una hermosa lobita solitaria en mi camino.
—Líder Kian.
—Solo Kian para ti— se acerca a mí, quedando a unos pocos pasos. Infla el pecho para verse más grande y voluminoso.
—De verdad, preciosa, te lo digo de n