Las nueve agujas se insertaron en el cuerpo de Camila, y ella reaccionó inmediatamente.
La locura de Camila había sido provocada deliberadamente por Gabriel.
Él había dejado una fuerza oculta en el cuerpo de Camila, por lo que las cinco agujas del doctor Jiménez no solo no tuvieron efecto, sino que empeoraron su condición.
Las nueve agujas de Gabriel, aunque colocadas en los mismos puntos de acupuntura que había utilizado el doctor Jiménez, produjeron un resultado completamente diferente.
Camila no tuvo ninguna convulsión, y sus ojos gradualmente recuperaron la claridad.
— ¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? —miró confundida a su alrededor, murmurando.
— ¡Realmente la ha curado! —exclamaron los espectadores sorprendidos.
El famoso doctor Jiménez había sido incapaz de ayudarla, pero Gabriel, un desconocido, lo había logrado.
Un médico de primer nivel, superado por un joven novato...
El rostro del doctor Jiménez cambió de expresión varias veces, luciendo extremadamente incómodo.
Había prese