Pero Manuel no tenía interés en escucharla.
Se acercó a Gabriel.
— Señor Monterrey, le pido mil disculpas. Estaba discutiendo asuntos de producción con algunos productores y no sabía lo que ocurría aquí fuera —dijo Manuel con tono de arrepentimiento.
— Le garantizo que esto no volverá a suceder.
Tras sus palabras, el set quedó en completo silencio.
Todos estaban atónitos, con expresiones rígidas.
¿Era este el mismo Manuel conocido por su frialdad?
Alguien de su posición y prestigio, ¡que antes ni siquiera prestaba atención a los grandes magnates de Viento Sur!
Y ahora, se inclinaba ante este joven desconocido, ¡disculpándose personalmente!
Los miembros del equipo apenas podían creerlo.
Si esto se difundía, ¡definitivamente sería noticia de primera plana mañana!
Los ojos de Rosa se abrieron de par en par.
Este joven, ¿quién era realmente?
¿Por qué Manuel lo trataba con tanto respeto?
Andrea y Sofía estaban perplejas.
Habían pensado que Manuel era conocido de Gabriel y aceptaba este proy