—Oye hombre, ¿qué tal unas copas esta noche? —Jayden Molten, el mejor amigo de Christopher desde hace mucho tiempo, dijo al otro lado del teléfono.
Era médico de cabecera en el hospital general y ya no estaba de guardia durante unos días, así que pensó en llamar a su amigo para ir a tomar unas cervezas al club nocturno Noche de estrellas.
—Hoy no, tengo que ir a casa y ver a mi esposa. La gente soltera como tú no lo entendería —Chris respondió mientras agarraba la bolsa de su computadora portátil y salía de la oficina.
John, que estaba sentado en su escritorio en la habitación de al lado, estaba estupefacto.
—¿Está hablando de la misma esposa que dejó sola ayer y para pasar la noche en el salón de la oficina? —murmuró para sí mismo, preguntándose por qué su jefe estaba actuando raro.
—¿Qué? ¿Rocío? ¿Finalmente la conseguiste? ¡Felicidades, hermano! —Jayden dijo con entusiasmo.
Chris frunció el ceño cuando escuchó el tono emocionado de su amigo, así que lo corrigió.
—Sabes claramente