Aksel
Chasqueó sus labios y pasó a mi lado hasta detenerse en el umbral de la puerta y mirarme sobre su hombro. No había ni un rastro del dolor y el resentimiento que vi hace unos momentos, supe lo que estaba haciendo y me lo confirmó cuando escuché lo que quería.
—No vas a quitarme nada, volverás a mover tus contactos para que recupere el lugar que me estaba haciendo en Hollywood. Me lo debes, Aksel.
Sonreí con ironía y negué con mi cabeza. No, a ella esto ya no le dolía, sólo utilizaba el dolor que en un momento vivió para manipularme y hacerme retractar en mis decisiones.
—No haré nada —su mirada se volvió sombría —las cosas no cambiaran, pagaras a mi empresa por la mierda que soltaste.
—Me lo debes...
—No te debo nada, te di muchas propiedades cuando nos divorciamos y no voy a ceder nada ahora que no te mereces nada. Tu misma decidiste esto, pusiste seguir hablando lo que se te viniera en gana de mí pero fallaste al hablar mentiras y defraudar la empresa de mi familia. Tampoc