Cuando Carlos descubrió que Alicia lo había traicionado y todo su plan había quedado al descubierto, perdió completamente la cordura.
Sabía que no tenía escapatoria, así que tiró la prudencia por la borda y lanzó su rebelión precipitada y caótica antes de tiempo.
Lideró a su grupo desorganizado de seguidores descarriados, cargando contra las fronteras de Luna Plateada como perros rabiosos. Pero los guerreros de Luna Plateada estaban esperándolos, liderados por el mismo Luciano, junto con guerreros de otras manadas leales al Consejo que habían acudido en su ayuda.
Estalló una batalla brutal, pero breve.
Aunque Carlos, potenciado por magia oscura, mostró una fuerza destructiva impactante por un momento, no fue rival para el poderoso poder de Alfa de Luciano. Su supuesta alianza se desmoronó rápidamente y al final, fue capturado. Le quitaron su capacidad de luchar y lo arrastraron al sitio sagrado de las tribus lobuna: el Pico del Juicio.
El juicio público de Carlos por parte del Gran Con