Sonia desayunaba en el cuarto acompañada por Neguen y Selene.
Arthur se había ido a no sabía dónde. En cierta forma lamentaba que el Capitán le haya dejado en el cuartel pero estaba de acuerdo con ello: era peligroso estar al lado de un compañero que falla en las prácticas sin tener la presión de un Infectado acercándose.
Estaba concentrada mientras masticaba un sándwich de jamón, queso y pollo, ignorando a sus compañeros que peleaban luego de que el Moreno hubiera abrazado a Selene, levantándola por los aires; ahora ella se abalanzaba sobre él golpeándolo mientras Neguen soltaba gritos de dolor y pedía piedad.
Pensaba en lo lejos que estaba de su casa. Pensaba en sus padres y en cómo estarían. Supuso que bien, confiaban en que ella se cuidaría y eso les era suficiente para ellos. Tal vez debía llevarles algún re