—¡Formados! ¡Quiero una línea perfecta! —rugió el Capitán Barsh—. ¡Hoy la Infantería estará prácticamente sola y quiero ver el mejor desempeño de cada uno! ¡Muevanse señoritas!
Sasha y el resto del Cuarto Escuadrón de la Infantería del Este se apresuraron a salir por el largo túnel que conectaba el Cuartel del Este al exterior del Muro.
Del otro lado los recibió una tarde nublada y ventosa, el visor del casco se marcaba con el agua que se precipitaba del cielo en forma de lluvia intensa. Gracias al gel desempañante, las gotas se desparramaban a los lados permitiendo una visión de casi ciento sesenta grados sin ningún problema.
Recorrieron Los Muros a paso apresurado, salp