El grupo avanzó con dificultad, el terreno comenzó a tomar una pendiente muy pronunciada a medida que se aproximaban al cauce. La tierra húmeda y resbaladiza amenazaba con hacer patinar a cualquier persona que realizara algún paso en falso y pocos minutos después, la vanguardia se detenía sobre el margen Sur del afluente.
Neguen observó el río de punta a punta: la corriente descendía realizando un ruido que lo relajaba, era casi terapeútico. Hacia el Este, el brazo del afluente torcía hacia la derecha. No se distinguían Infectados y tampoco se observaban huellas que indicaran la presencia de ellos.
Los Cazadores se distribuyeron tomando posiciones defensivas a lo largo de la orilla. Surrey tomó una piedra y la arrojó al centro de las aguas; tras unos segundos, llam