Recordó la estratégia que había implementado hacía varios años atrás contra la Mutación Gigante, tomó una decisión.
—¡Escuadrón, cambio a armas de fuego! ¡Apunten a las rodillas! —ordenó calzándose el arco al cuerpo y sacando su nueve milímetros.
Sus Cazadores lo imitaron casi al instante, realizando un movimiento ya practicado con anterioridad rodeando a la Mutación en sentido contrario de las agujas del reloj, accionando los gatillos y haciendo blanco en las articulaciones de los miembros posteriores de la misma.
Al recibir los primeros disparos, la bestia enloqueció, soltó un nuevo rugido y olvidándose de las flechas clavadas en su cuerpo, arremetió contra Neguen a