46.
Alejandro estaba completamente dispuesto a ejecutar un plan a la primera orden. parecía no tener demasiados escrúpulos, algo necesario para lanzar su venganza. Aunque ciertamente no sabía exactamente qué era lo que pretendía, sabía que quería vengarse de Nicolás de alguna forma, destruyendo la compañía.
Pero no me había dicho completamente, y entre más se tardara en decírmelo, para mí mejor, más tiempo me daba para encontrar una forma de librarme de todo aquello y lo antes posible, incluso de su propia compañía. De todas formas, cuando le pedí aquello, cuando le pedí algo con lo que pudiera dejar inconsciente a Nicolás, él sonrió.
— Tengo lo que necesitas — me dijo.
Me llevaron nuevamente hacia donde me estaba esperando Kevin. El hombre había elegido trabajar desde su camioneta ese día. Cuando me subí al asiento de copiloto, estaba atendiendo la llamada de alguno de sus múltiples clientes. Y cuando me vio, me miró entrecerrando los ojos, seguramente extrañado por lo corta que había s