Dejo la bebida a un lado y me levanto de la silla, paso por el lado de Erik, pero él no se da cuenta debido a que está embobado viendo bailar a una chica que ni sé cuando llegó. Abro la puerta corrediza y entro a la casa. Todo está en silencio.
Miro a todas partes y no veo a Chris así que decido volver, pero una voz me interrumpe y me hace dar un pequeño brinco en mi sitio.
—¿Busca algo? —pregunta una chica del servicio.
—Ah... La cocina, tengo sed —miento y ella niega con la cabeza.
—Nos pudo haber llamado, pero si gusta puede buscarla usted —contesta señalando una puerta de vai ven.