Habíamos cavado nuestra tumba en el momento en que apareció mi papá en el pasillo y nos encontró en el suelo completamente llenos de polvo de chocolate, conmigo sentada en el regazo de Donovan y sus brazos alrededor mío.
No era precisamente la escena que mi papá quisiera ver justo afuera de mi habitación, había pedazos del marco de madera arrancados y en el suelo.
-¡Qué demonios estás haciendole a mi hija!. -Mi papá cargó contra Donovan que no me soltó en ningún momento, por el contrario, se aferró a mi intentando protegerme.
-¡No es lo que parece Alfa!, ¡SE LO JURO!. -
Mi papá inte