“¡Ay, por la diosa!, ¿que hice?”, pase del pánico a la histeria en 1 minuto. Todo frente a la única persona que no me respetaba en lo más mínimo.
“¡Eres una retrasada total!, ¡eso te pasa por traicionarme!”, RoseOnyx seguía intentando tomar el control de mi cuerpo mientras yo estaba anclada al suelo y me aferraba al contenedor como si fuera un salvavidas.
-¿Gracias?. - Soltó Donovan con dudas. -¿Creo?. -
Cerré los ojos rogando desaparecer, todo lo que dije que no haría, todo por lo que estuve luchando; lanzado al caño en un momento de estupidez.