Mauro se quedó dormido por el movimiento del auto y soñó con ese día que enfermó y Diana llegó a su departamento.
-¿Qué haces aquí?- le preguntó a la diminuta mujer que lo esperaba tras la puerta.- ¿Quién te dio mi dirección?-
-El señor Miller… él me dijo que estabas enfermo y …- le costaba hablar con confianza al verlo tan molesto.- …Por eso vine a cuidar de ti.-
-No necesito una cuidadora, ¿olvidas que soy doctor?-
Vestía una bata de seda azul y un pantalón de pijama del mismo tono.
La chica le ignoraba a propósito, comprendía que estaba enfermo y su temperamento irasible aumentaba.
-Me iré en cuanto comas esto.- Sacó de su bolo un recipiente de vidrio con comida y un termo.-
Le dejó entrar, porque sabía que seguiría insistiendo o le informará a la abuela Giulianna de su estado y no quería preocuparla.
-¿Intentas ganarte mi simpatía de esta manera?- le dio mientras se recostaba en el sofa de tres cuerpos.
-No lo hago por eso, sabes que tu abuela se preocupa por ti, si tu e