Al pasar los días he aceptado la noticia de que tendré un hijo con Darla y después de tanto pensar decidí llamar a casa, son mi familia y aunque no estoy muy unido a ellos deben saber.
-Shalom Madre...- saludo ni bien contesta.
-¡Hijo! - responde efusivamente- Shalom, que bien que llamaste, después de esa mañana en tu departamento que te peleaste conmigo, pensé que estarías molesto para siempre y ya no me hablarías.
-No, madre, sabes que no sería así, te amo mucho, jamás estaría molesto contigo, ¿cómo esta papá, mis hermanos y Jacob?
-Bien hijo, tu padre en la joyería y tus hermanos como te dije en el ejército, Jacob ya entró, está en entrenamiento, las niñas en el colegio y Alexandra en el hospital, hubo mucho atentado en Gaza y hay varios heridos.
-Cómo siempre - doy un largo suspiro - jamás terminará la hostilidad por allá.
-¿Y tú hijo? ¿Como estás? ¿Sigues con esa muchacha? - pregunta con voz despectiva, puedo notarlo.
-Darla