Johana despertó en una habitación del hospital, junto a ella estaba Donna.
—Johana, gracias a Dios despertaste.
Johana sintió como todo su cuerpo dolía cuando se movió, los recuerdos regresaron con fuerza y el miedo aceleró su corazón.
—Robert, ¿cómo está?, ¿donde lo tienen?
Donna estaba afligida y una lágrima surcó su rostro.
—Donna ¿qué pasó con Robert? —preguntó Johana asustada, su cerebro sabía lo que Donna no le quería decir,